Tras el debate del día de ayer entre los dos candidatos para la presidencia de Estados Unidos, mucho se ha hablado; entre uno de los puntos que más se ha opinado es sobre la actitud que tuvo cada candidato durante el debate.
Romney con esa sonrisa que no dejo durante el transcurso del debate en Denver, propició a que su campaña diera una nueva cara y volver a la contienda; por otro lado tenemos el aspecto del presidente Obama, quien tras los primeros 20 minutos fue criticado por las redes sociales (especialmente en Twitter) ya que su semblante se veía serio, a diferencia de hace cuatro años, no volteaba a la cámara y mucho menos hacia su contrincante, por lo que los medios dieron como ganador en este primer round a Mitt Romney.
Mientras Romney se sentía y veía fresco y cada vez que avanzaba el debate con mayor seguridad, Obama parecía como un boxeador noqueado, sentado en la esquina del ring cansado y pensativo o tal vez como muchos de la prensa ha dicho no le importo, ya que la ventaja que tiene sobre el candidato republicano lo mantuvo tranquilo en este debate.
Entre los aspectos importantes que se trataron en este primer debate fueron: economía, el futuro de Estados Unidos (el futuro referente a la situación que se vive frente a la crisis que se vive en la zona europea) y la reforma sanitaria, donde en este último punto, el presidente y candidato demócrata llevo una clara ventaja, defendiendo con buenos argumentos y viendo se seguro de lo que decía.
Después de este debate hay que ver que se nos viene para los siguientes, y ver si Romney alcanza y supera a Obama para el 6 de noviembre u Obama camina tranquilo hacia su reelección.
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