miércoles, 9 de enero de 2013

Jugando por amor.

Por @cesaracostamx
George Dryer (Gerard Butler) era un futbolista profesional exitoso que logró casi todo lo que se propuso, pero a un precio muy caro; el amor de su esposa Stacie (Jessica Biel) y de su pequeño hijo Lewis (Noah Lomax). Ahora regresa a Estados Unidos para tratar de recuperar algo de lo que ama. En el transcurso, se convierte en el entrenador de fútbol del equipo de su hijo para pasar más tiempo con él, pero las madres lo buscan por ser tan bien parecido y estar hartas de sus vidas como las fieles esposas que siempre han sido.

Gorge se verá en un dilema entre hacerle caso a las tentaciones o tratar de volver a tener un lazo afectivo con su hijo y volver a enamorar a su ex que está por casarse; todo mientras lucha por su nuevo sueño, ser conductor de ESPN. Él tendrá que decidir lo que es mejor para su vida y su familia, si es que todavía tiene una.

En Jugando por amor,  el director Gabriele Muccino (En búsqueda de la felicidad, Kiss me again) busca indagar en las relaciones afectivas de los personajes, la necesidad de las madres de familia de cambiar la rutinaria vida que llevan para darle algo de riesgo a la misma, el precio de la fama en el caso de George, y los obstáculos por los que debe pasar para madurar y lograr lo que desea. Muchas cosas para tan poco tiempo.

El guión de Robbie Fox se enreda en demasiados aspectos que al final parecen estar sólo de relleno. Error no centrarse en una historia a la que le pudieron haber sacado más jugo y hacerla crecer. Ya no sabes si es un melodrama, una historia de amor, de superación, o todas juntas.

Gerard Butler (300, The Ugly Truth) se ve abrumado por tantas cosas que debe hacer en sólo minutos. Busca una línea que seguir para salir avante pero no se puede tanto. La química con Jessica Biel se nota y hacen de su historia, lo que vale el boleto. Una pena que esa parte no se haya tomado más en cuenta y se haya desviado la trama por otro lado.

Jessica Biel (Elizabethtown, Valentine's Day) logra una de sus actuaciones más melodramáticas que le conocemos. Un papel de una madre que buscó lo mejor para su hijo y se cansó después de esperar tanto a su marido para que tuviera tiempo para ellos. Jessica rescata del abismo a esta historia que deja mucho que desear. Bien por ella, que demuestra que aunque el proyecto no es el mejor, puede tener un buen desempeño.

En esta ocasión, los personajes secundarios son echados por la borda, no los toman tan en serio y eso se nota en la pantalla. Una verdadera lástima.

Carl, interpretado por Dennis Quaid (The Alamo, The day after tomorrow), esposo de Patty, una chica que parece ser su trofeo más preciado por como la trata, es un hombre adinerado que se hace amigo de George y manda a seguir a su esposa porque presiente que lo engaña. Aunque tiene una mediana presentación, se va corrigiendo poco a poco hasta ser alguien importante en la trama; pero algo pasa que deciden cortarlo. Hay más de 20 minutos en los que no sabes nada de él. Es vilmente desperdiciado.

Y de pronto, como si no tuvieramos ya muchas aristas en la trama, aparecen las "amas de casa desesperadas": 
El personaje de Patty, interpretada por Umma Thurman (Pulp Fiction, Kill Bill), la esposa de Carl, es una mujer muy sensual y coqueta que hace fiestas en su casa para divertirse y le hará pasar varios dolores de cabeza a George para conseguirlo, todo a pesar de que ya sabe que la siguen. El papel es muy lineal, no pasa nada extraordinario con ella y sólo causa problemas. Una actuación muy ligth.

Por su parte, Catherine Zeta-Jhones (Chicago, The Terminal) convierte a su personaje Denise en la madre manipuladora que desea recompensas por ayudar a Gorge en su camino hacia la fama en ESPN. Una mujer que sabe mover sus influencias para tener una aventura y no dudará en hacer lo que sea para conseguirla. Quizá el papel más destacado después del de Biel. Recatable, pero hasta ahí.

Por último, Barb, personificado por Juddy Greer (13 going to 30, 27 dresses), es la mujer con problemas sentimentales, que se aprovecha de ellos para llegar a George y lograr acostarse con él. Una rara estratagia como llorar es la que la guiará en sus planes. Un papel que  bien se pudo haber ahorrado la película pero que aparece para intregrarse al currículum del personaje principal.

Playing for keeps es una historia bastante predecible que vale la pena por el elenco. Aquellos hombres y mujeres que siempre valdrá la pena ver aunque el guión no sea el óptimo. 

Antes de elegir ésta película, pregúntate si eres fan del reparto; de ser así, entra y disfruta de ellos, no de su entorno.

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