miércoles, 29 de agosto de 2012

Súper Reales

Por Fernanda Sánchez



Vaya inicio de la temporada, un derby español al comienzo y correspondiente a la Supercopa de España. Hoy el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu nos tenía deparado uno de los capítulos más emotivos en la historia del fútbol español.

Atrás quedaron los rumores sobre un vestuario blanco roto, atrás quedó la indecisión de Mourinho sobre Higuaín o Di María, sentó a Benzema y a Callejón para hacer de la dupla argentina la punta de lanza blanca. 

Los primeros minutos fueron dominio apabullante de los locales, Real Madrid encajó 2 goles, uno de Higuaín y otro de Cristiano. El cuadro visitante pagó caro una primera mitad en la que fue irreconocible, durante la cual el Madrid aprovechó pese a las fallas de Gonzalo Higuaín, que al final no resultaron graves por el heroísmo de Iker Casillas para aguantar el 4-4 global que les dio el campeonato dada su mayor cantidad de goles como visitante, luego del triunfo del Barcelona por 3-2 en la Ida.

Desde los primeros minutos, el visitante dio una imagen nunca vista al menos en los últimos años de duelos frente al conjunto madrileño. El equipo dominador que duerme a golpe de toques no aparecía en el Bernabéu, donde en cambio predominaron infames distracciones defensivas que en 21 minutos ya les habían costado dos goles.

Peor aún, el par de tantos parecían un saldo barato de acuerdo a la gran cantidad de ocasiones que tuvo el cuadro Merengue y que falló, varias de ellas, por las intervenciones de Víctor Valdés.

Hasta en ello era irreconcible el Barça. El portero que falló de manera infantil en la Ida y permitió la resurrección blanca ahora era el hombre clave que los mantenía en el partido. Gerard Piqué tampoco pudo con un balón a profundidad, el cual Cristiano Ronaldo se acomodó con un “taquito” elevado para definir al 18' frente a Valdés, quien poco después salvó el que parecía el tercero madridista, que habría sido el segundo de Higuaín.

Luego de una nueva aparición de Valdés para quedarse con un remate de Sami Khedira, el panorama se oscureció más para el Barcelona por la expulsión de Adriano por detener a Ronaldo cuando se escapaba solo hacia el arco catalán al 32’.

Inexistente durante la primera hora de juego, Lionel Messi apareció para acercar al Barça y marcar el 2-1 con un golazo en tiro libre al 44'. Colocado y potente, su disparo libró la barrera y entró por uno de los pocos resquicios que dejaba Iker Casillas. CR7 y Ángel di María respondieron con disparos que zumbaron los palos.

El segundo tiempo no tuvo desperdicio alguno, fue un ida y vuelta intenso en el que el Barça logró frenar los embates y aparecieron ambos porteros, Casillas salvó de manera milagrosa un disparo de Pedro al 62’, mientras que Valdés evitó un gol cantado de Khedira al 68’, además de que Sergio Ramos salvó al Madrid cuando Jordi Alba preparaba el disparo cuando el portero blanco ya estaba vencido.

Vergonzosa fue la enésima ocasión fallada por Higuaín al 79’, cuando no pudo encajar pese a que se enfiló solo frente a Valdés y se dejó desviar el disparo por Mascherano, a quien le ganaron las espaldas, también en su enésimo yerro del partido.

Partido errado en cancha y banca, Barcelona dejó de ser esa máquina de piezas encajadas perfectamente, aquella en la que pieza que quitabas era reemplazada por una de igual manufactura. Quizá queden en el tintero preguntas como: ¿Por qué dejar los 90minutos a Cesc Fábregas en la banca? o ¿Por qué no darle ingreso a David Villa cuando menos 20 minutos?. Esta claro que el Barcelona ha cerrado un maravilloso ciclo en el que todo movimiento orquestado era perfectamente ejecutado y que si bien es cierto que Tito Vilanova estuvo muchos años junto a Pep Guardiola, pareciera que todos esos años no hicieron eco en la carrera profesional de Tito. Así como la semana pasada se cuestionó a Mou por la entrada de Callejón y Benzema, hoy le toca a Tito, los ingresos de Tello, Montoya y Song fueron tan poco atinados que pareciera que a Tito le falta madera. O ¿Acaso todos vimos un partido diferente al del técnico culé?.

Para el Real Madrid este trofeo, más que una copa es una confirmación del nuevo ciclo que pretenden emprender, ésta confirmación tenía que empezar desde ahora, con los partidos importantes y con esos duelos que permanecen en la memoria de los aficionados. Los merengues le ganaron la pasada liga al mejor Barcelona y hoy repiten la fórmula, le han ganado a un Barça enorme, que vendió carísima la derrota, jugando fiel a su estilo el Barça cayó en el Bernabéu derrochando clase y deportivismo, han sabido reconocer que les han ganado bien, el Real Madrid por su parte recibió en casa el primer trofeo de la temporada en curso, esperando agregar a sus vitrinas una liga más y sobre todo la tan anhelada décima orejona.

Una fiesta blanca se ha apoderado del fútbol español que había estado huérfano en los últimos años de festejos merengues en Las Cibeles, ya se necesitaba este tumbo madridista, bienvenidos súper reales. 

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