miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Loco por las compras?




¿Cuántas veces has regresado de un día de compras y te das cuenta que gastaste demasiado en cosas que en realidad no necesitas?  Los pretextos típicos para comprar esos productos innecesarios van desde “era una excelente oportunidad y no se me podía ir de las manos” hasta “me estoy consintiendo y esto que compro me hace sentir bien”. ¿Compro y luego existo?

Sí. Tener cosas nuevas y comprar es algo que por lo general  produce satisfacción. La pregunta interesante está en el ¿por qué? 

La sociedad actual es extremadamente consumista. Gran parte de esta tendencia se debe a las grandes marcas, que se encargan de que las personas sientan una “necesidad de consumir”, que muchas veces es inexistente. Si no consume, la persona siente un vacío emocional que la hace sentirse mal consigo misma, a la vez que si lo hace, se genera una satisfacción, una felicidad que hace a la persona sentir bien de que está comprando.

Como comprador te tienes que dar cuenta que todo el tiempo estás consumiendo productos. Y así te ven las grandes empresas, como un hambriento monstruo come-galletas que está dispuesto a dar lo que sea con tal de tener una galleta más.

No solo esto, sino que las empresas se han dado cuenta de que las personas quieren presumir. El comprar ciertas marcas o frecuentar ciertos lugares te hace acreedor de un status socioeconómico, o al menos eso te han hecho creer, y tú les estás comprando esa idea a las grandes marcas. Se trata de las empresas y las marcas aprovechándose de tu necesidad de pertenencia, haciéndote creer (inconscientemente, muchas veces) que al consumir cierto producto, perteneces.

Es importante que para salir de este hoyo negro que son las grandes marcas absorbiendo todo tu dinero, sepas distinguir de las necesidades creadas contra las necesidades reales.

El hecho de que no sea una necesidad natural no significa que no sea una necesidad real. Como una sociedad plenamente orientada a la tecnología, es impensable decir que no necesitamos el uso de un celular o de una computadora, por ejemplo.  Las necesidades van cambiando con el tiempo al mismo tiempo que se dan cambios sociales, tecnológicos y culturales que definen lo que las personas necesitan. Es por eso, que en la actualidad, tener un celular comprende una necesidad real.

La mejor forma de comprar, cada vez que estés indeciso o no sepas si en realidad deberías comprar algo es utilizando el siguiente diagrama:




Este diagrama te invita a comprar productos que quieras y que necesites, al mismo tiempo. Aunque claro, algunos productos son necesidades básicas, y siempre tienes que comprarlos, este diagrama te ayudará a comprar cuando estés indeciso por un producto. Si de verdad quieres unos jeans nuevos, puede ser que no los necesites, pero la compra puede justificarse porque el hecho de que los quieras crea una necesidad psicológica de tenerlos y les puedes dar un buen uso. Pero si vas por esos jeans y además quieres comprar todo lo que se te atraviese en la tienda de ropa, es hora de hacerte las dos preguntas ¿lo quiero? ¿lo necesito? Si tu respuesta es sinceramente sí a ambas, probablemente debas comprarlo; si no, no. 

Ahora, aquí encontramos a tres tipos de compradores compulsivos que he identificado.

El primero es el comprador oportunista, que si encuentra un descuento o una “rebaja sobre rebaja”, tiene mucho mayor propensión a comprar un producto. Esto no  significa que no necesite el producto o que no lo fuera a comprar de todas maneras, significa que lo comprará con mayor seguridad si este tiene algún descuento. También podría comprarlo en mayor cantidad. Este tipo de comprador, no es que no tenga dinero, simplemente siente que al comprar mercancía en descuento, está sabiendo comprar. 


El segundo es el comprador que cree que satisface una necesidad con todo lo que compra. No le importa si hay descuento o no, o si el precio es muy elevado. Este comprador compra porque “necesita”, porque ese producto mejorará su estilo de vida de alguna manera y porque ese producto le ofrece un beneficio real. Es el comprador que gasta muchísimo dinero en tratamientos de belleza, o en tecnología de punta, o en productos de lujo. Siente una necesidad de comprar ese producto y la satisface a como dé lugar.

 
El tercer comprador compulsivo es un adicto a la satisfacción que le produce comprar. Compra porque se siente bien. Para este consumidor, el tener cosas nuevas es algo necesario y el consentirse comprando es una experiencia personal y satisfactoria. No necesita muchos de los productos que compra, y no le interesa. Lo que sí necesita es comprar. Compra porque el hecho de tener algo nuevo lo hace olvidarse de sus problemas.

Y tú, ¿qué tipo de comprador eres?  RL



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