lunes, 27 de agosto de 2012

Sacha Baron Cohen es "El Dictador".


Sacha Baron Cohen hace con "The Dictator" una sátira política que tiene muchos momentos inteligentes y brillantes, aunque en otros cae en los estereotipos.

El primer cuarto de hora de la película es memorable. En él se narra la forma en que el General Almirante Shabazz Aladeen (Baron Cohen) es, desde los 7 años, el gobernante de Wadiya -país ficticio ubicado al norte de África- lo cual le ha significado luchar durante 23 años contra la resistencia debido a lo cruel de su dictadura, y es que cualquiera que de algún modo esté en contra de sus órdenes será decapitado. Una mansión de lujo cubierta de oro sólido, el poder "contratar" a Megan Fox para satisfacer sus deseos sexuales, ganar sus propios Juegos Olímpicos de manera anárquica, pozos petroleros por doquier entre otras cosas, son las excentricidades que rodean a éste gobernante africano.

Aunque no todo es mil sobre hojuelas para Aladeen debido a que la ONU investiga a Wadiya por tener posibles armas nucleares y para evitar ser bombardeados por los países del primer mundo, debe dirigirse en persona ante el Consejo de Seguridad del organismo internacional. Su simple llegada a los Estados Unidos, el recorrido que hace en camello por las calles y el remodelar una suite a su gusto es la forma en que se ve reflejado el poder que posee "El dictador".

Pero de pronto todo cambia debido a Tamir (Ben Kingsley), mano derecha del líder supremo quien planea asesinarlo para poder crear una constitución que le permita vender toda la riqueza petrolera con el fin de comprarse una casa como la de George Clooney (así de banales son los deseos en este filme, muestra de la burla que plantea y ejerce). Desde ese momento, Aladeen vive una odisea tratando de que la democracia jamás llegue a su nación mientras se enamora de Zoey (Ana Farris).

Un humor áspero por momentos y vulgar en otros tantos son los que se pueden observar; con un punto de vista subjetivo al sistema político estadunidense y sobre todo a lo que creen sus ciudadanos promedio. Memorable es la escena en la que Aladeen platica en su idioma natal con su primo Nadal (Jason Mantzoukas) acerca de autos mientras comparten un viaje en helicóptero con dos turistas norteamericanos que se aterrorizan al escucharlos mencionar "911", "Bin Laden", "Empire State", "911 2012", entre otras (se puede ver un poco de esa escena en el trailer al final de esta nota).

Larry Charles (Borat, Religulous, Bruno) dirige una película que destaca por su frescura, que toca referencias actuales, lo cual se agradece para tener una mayor comprensión del mensaje, y que nos muestra la forma de vida de las dictaduras, y por qué no, de ciertos políticos. Aunque puede incomodar a varios por el trato que se le da a temas como el sexo o la religión, es algo ya típico en las películas de Sacha Baron Cohen, quien no demerita con su trabajo. Quizá le podríamos exigir un poco más de severidad y crítica en el tema, pero sería como pedirle peras al olmo cuando sabemos que es ya su sello característico bien logrado y en el que es ya un maestro. Será hasta que Cohen cambie de género cinematográfico cuando podremos hacer un contraste para saber con exactitud la evolución que ha tenido como actor.


THE DICTATOR
Director: Larry Charles
Reparto: Ben Kingsley, Anna Faris, Sacha Baron Cohen, Megan Fox
Género: Comedia Clasificación: B-15 Duración: 83 minutos





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