martes, 22 de enero de 2013
Por: Fernanda Sánchez
Víctor Valdés le dice “No” al Barcelona y desata una serie de aseveraciones por parte de la prensa catalana que van desde que es una traición hasta que el jugador ya no está cómodo en la entidad blaugrana.
Algunos compañeros y aficionados radicales han utilizado el desmedido término “traición” para definir un comportamiento que solo puede ser entendido desde la honradez profesional y el deseo de encontrar otro barco al que subirse para descubrir nuevos horizontes. Se ha ganado el respeto bajo los 3 palos del mejor equipo del mundo, ese que está repleto de estrellas como Messi, Iniesta, Xavi, Fábregas, Puyol, Villa, Piqué... Pero que también tiene un portero capaz de aparecer en los momentos importantes, que ha cargado al equipo y ha tenido la capacidad de escuchar las críticas, que han sido crueles, y aprender de ellas. Es un referente de la era moderna del Barcelona, ha luchado desde la convicción de que sus capacidades profesionales le permitirían ser uno de los elegidos, formar parte de un equipo histórico. Así fue, forma parte del equipo de leyenda: España Tricampeona.
Ha sido un tipo coherente, respetuoso, honesto y con la libertad de elegir y decidir por él y su familia, tanta es su congruencia que ha comunicado a la directivo con año y medio de anticipación que no renovará para darles un margen de tiempo prudente, para buscar un portero que se adapte al sistema, al grupo y a los valores catalanes. No se va por dinero, se va porque tiene una necesidad de crecimiento lejos de este equipo, ya demostró lo que debía y ahora pretende emprender un camino más cómodo, lejos de la presión y las críticas. Hay vida más allá del Barça; vendrán ofertas de las mejores ligas del mundo, porque lo merece, porque es un gran portero y es un tipo honesto y va de frente, eso en el fútbol se agradece, no merece ser llamado traidor, ha estado en los mejores y peores momentos del Barcelona, ha hecho grupo y ha apoyado a sus compañeros, para muestra un botón: la temporada 2009-2010 con las múltiples lesiones de Andrés Iniesta.
La inminente partida de Víctor, deja un halo de incomodidad en la afición pero sobre todo en el grupo, el Barcelona se ha distinguido por ser un equipo con valores que cobija a todo aquel que llega, son una piña. Han resistido anímicamente, hasta ahora, el proceso de cáncer que enfrenta su entrenador Tito Vilanova, habrá que ver cómo manejan esta situación, pierden una vértebra de su columna y sobre todo pierden a un amigo. Valdés se va dejando una oferta de 10 millones de euros brutos por temporada, en la mesa. El problema no es el dinero, el problema, tal vez, son las formas. Es quizá el “No” más sentido, bien dicen que nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Algo se rompió en la relación entre el portero y la directiva, pues en 2009 cuando firmó su último contrato dijo querer retirarse en el Barcelona, hoy 3 años después, hace pública su negativa a la renovación con carácter irrevocable.
Seguramente vendrá un portero de magníficas condiciones a la altura del Barcelona, ya se habla de Pepe Reina, pero sin duda el lugar de Valdés quedará para la historia como aquel que fue capaz de crecer bajo el cobijo de La Masía y también el que le dijo “No” al mejor equipo del mundo.
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