miércoles, 12 de septiembre de 2012

Suave Patria


Un filme mexicano que deja mucho que desear, pero que tiene su mérito: Conjuntar actores talentosos y salir a la luz después de tantas adversidades.

3 años entre producción, grabación y postproducción es lo que se tardó este proyecto en salir a luz debido a falta de financiamiento; aunado a problemas como que una copia pirata se haya filtrado 3 semanas antes del estreno oficial, entre otras cosas, es a lo que se enfrentó esta película nacional.

Ya en la trama, Óscar Alvidrez (Omar Chaparro) y Arturo Ordóñez (Adrián Uribe) conforman el grupo teatral "Suave Patria" -título inspirado en el poema de Ramón López Velarde- quienes buscan lograr su sueño de ser grandes actores en el ramo. Para ello tratan de ganarse la vida en el transporte público con la premisa del ladrón y el policía, pero no todo sale como lo planean.

A punto de desalojarlos de su hogar y sin un centavo ni para comer, en un restaurante recrean una escena para evitar pagar la cuenta. Es ahí donde Mauricio Tavares (Mario Iván Martínez) los "contrata" para realizarle una broma peligrosa a un importante empresario. Desde ese momento el Comandante Porfirio Narváez (Héctor Suárez) los perseguirá buscando inculparlos de secuestro, todo eso mientras buscan el amor y salir de su pobreza.

Francisco Javier Padilla logra conjuntar un buen elenco que lamentablemente se ve disminuido por la historia, misma que tiene momentos memorables y en otras tantas se cae a pedazos. A pesar de sus intentos por rescatarlo, tiene poca suerte con todo y la química innegable entre ellos.

El gran acierto fue haber puesto a Luis Felipe Tovar como narrador, es él quien pone en contexto a los personajes, lo cual permite un mejor entendimiento de la trama.

Héctor Suárez logra un Comandante Narváez rudo, prepotente y corrupto. Se nota su amplia trayectoria y logra hacer un buen papel. Algunas risas son producidas por la interacción de su personaje con Pánfilo, su asistente -un policía novato que es muy inocente-.

Mario Iván Martínez nos sorprende con su personaje, algo muy diferente a lo que hace cotidianamente (cuentacuentos), y a su última incursión en telenovelas (Destilando Amor), pero no logra que su personaje explote por completo, lo hace ver demasiado pasivo y por momentos le falta credibilidad.

Debido a que conocemos su pasado, es ya casi imposible no ver a Adrián Uribe como alguno de sus personajes (El Vitor, Carmelo), pero hace un buen intento siendo el que más piensa, el que crea todas las obras y trata de no salirse nunca del papel. Omar Chaparro en cambio se siente mas natural sin llegar a ser excelso, es el que le "pone de su cosecha" a sus personajes, lo que le ocasiona problemas con Uribe.

Seguramente Suave Patria no pasará a la historia como la película que México esperaba. Palomera, para verla un domingo de flojera en la que no se tienen grandes pretensiones y pocas expectativas.


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