Por Fernanda Sánchez
@Mafersar
Las llamadas fechas FIFA en donde los equipos se ven obligados a ceder a los jugadores a las selecciones a las que pertenecen han generado una polémica y una problemática para los jugadores y sus equipos.
Largos viajes, pocas horas de entrenamiento y un sin número de partidos han desencadenado en una cadena de lesiones que aquejan a varios equipos del mundo, esta ocasión es el turno del Real Madrid.
Tras la primera jornada de esta doble fecha FIFA, Marcelo y Fabio Coentrao se lesionaron, el primero estará alejado de la canchas alrededor de 3 meses y el segundo 1 mes. A estos dos hombres se suma la baja de Arbeloa por al menos 3 semanas. El caso del Real Madrid es quizá uno de los más preocupantes debido a la vertiginosidad de su calendario, por temporada llega a disputar 39 partidos de liga, este año hay que sumar los 6 de fase de grupos de la UEFA Champions League y los 2 pasados correspondientes a la SuperCopa de España. En total en este cierre de 2012 disputará 25 partidos en menos de 3 meses, si tomamos en cuenta que hizo una pretemporada de 4 partidos con trabajo físico incluído, el equipo debiera rendir al máximo, el problema son los llamados a selección nacional, 5 partidos de la selección española de Agosto a Octubre han alterado el calendario merengue, es decir, sus internacionales: Iker Casillas, Xabi Alonso, Álvaro Arbeloa, Sergio Ramos y Raúl Albiol disputarán 31 partidos en menos de 3 meses sumando el próximo encuentro de La Roja en Noviembre. Esto desequilibra totalmente, si tomamos en cuenta que la pretemporada realizada, que más bien fue una gira por Estados Unidos en donde se pretendió sacar la mayor ventaja económica, fue de 2 semanas pues tenemos como resultado este tipo de lesiones por una mala preparación física.
El fútbol actual, nos ha llevado por un ritmo en el que, de un tiempo a acá, tenemos actividad prácticamente toda la semana, si antes se disputaban 30 partidos en un año ahora se disputan 60. La globalización por la que el fútbol atraviesa exige una preparación de alto rendimiento en la que se prevea la integridad del futbolista que pronto atravesará por un trajín que represente un desgaste importante en la parte física y mental.
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