Dorada realidad.

Epitafio

Seguramente mañana los problemas serán los mismos pero hoy podemos soñar y al mismo tiempo aprender cómo ganar en la cancha de la vida. ¡Ánimo México!

Por Fernanda Sánchez 

Año perfecto para selección mexicana sub23, todos los objetivos del año se cumplieron. Fueron los Panamericanos, fue el Preolímpico, fue el torneo Esperanza de Toulon y fueron los Juegos Olímpicos. El fútbol mexicano se proclama campeón del torneo varonil de fútbol olímpico ganándole a Brasil.

Para Brasil la dorada en los Juegos Olímpicos se volvió una obsesión y para México una ilusión, misma que cimentó a los 30 segundos de juego con un gol de Oribe Peralta y entonces a soñar con los 24 kilates colgados al cuello. ¿Sufrido? Bastante. Pero... ¿Qué sería del fútbol sin el sufrimiento?

México logró frenar al Brasil de Marcelo del Real Madrid, a Neymar de Santos de Brasil, a Oscar del Chelsea, a Pato del Milán y podríamos seguir con sus jugadores de peso internacional, pero ni con todo eso los brasileños pudieron equiparar la brillante actuación de una selección mexicana con jóvenes que se convierten en una realidad, que no juegan en equipos tan importantes a nivel mundial, pero que hoy nos dieron una lección de coraje, convicción y mucho corazón. La final de los olímpicos era un sueño, el oro ni se diga, pero la selección soñó con los ojos abiertos y nos llevó a lo más alto del podio; con un Diego Reyes hecho una muralla, con un Hiram Mier convertido en el líder de la defensa, con un Marco Fabián apretando en la salida, con un José de Jesús Corona enorme cerrando la portería y con un Oribe Peralta convertido en capo, en ese capo del gol que México necesitaba. 

Un gol tempranero convirtió la final en un capítulo de nervios en donde México soportó los embates de Brasil, que no fueron pocos, un par de pérdidas de balón en la salida complicaron el partido a México, además de otro par de jugadas que debieron culminar en gol. Pese a todo México cristalizó el sueño con una excelente jugada de táctica fija en donde todos hicieron su labor para que Oribe llegara a rematar, el balón besó la red y le otorgó el primer oro olímpico al fútbol mexicano y a la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Vino la premiación, Japón ocupó el tercer sitio, Brasil el segundo y México el lugar más alto del podio, se repartieron las medallas y Giovani Dos Santos veía la medalla con incredulidad, la presumía a la cámara y hacía la seña de “1” para posteriormente declarar “Es lo mejor que me ha pasado en mi carrera”. Llegó el himno y la bandera subió a lo más alto mientras el sol londinense alumbraba la bandera mexicana, no podía ser más perfecto, Wembley aplaudía de pie al campeón, la catedral del fútbol se rendía ante México para emocionarse con el clásico “We are the champions”. Gracias México, gracias Londres, gracias Wembley... ¡We are the champions!  

Día histórico para México, no sólo el fútbol rindió frutos, el Taekwondo también lo hizo La mexicana María del Rosario Espinoza se adjudicó su segunda medalla olímpica al conseguir el bronce dentro de la categoría de los más de 67 kilogramos del taekwondo, tras vencer 4-2 a la cubana Glenhis Hernández.

La sinaloense, campeona en Beijing 2008 pudo seguir viva en Londres luego de que su verdugo en Cuartos de Final, la serbia Milica Mandic, alcanzó la final, en su duelo anterior de repechaje Espinoza apabulló a la representante de Samoa Talitiga Crawley, quien por cierto, le propinó un fuerte golpe en el rostro.

María, una mujer con carácter que supo levantarse tras el duro golpe de una eliminación controvertida, pero que pese a todo salió al tatami con la mayor convicción de obtener una medalla de bronce con envoltura de oro. Porque María nos dió una de las mayores lecciones: nunca bajar los brazos, luchar hasta el final y perseguir a toda costa el objetivo.  Gracias María. 

Otra sobresaliente actuación fue la de Iván García Navarro. El pollo se clasificó a la final de la plataforma de 10m y aunque quedó en séptimo lugar, a sus 18 años puede presumir de estar entre los 8 mejores clavadistas del mundo, además de tirar el clavado de mayor dificultad de toda la ronda final, con 4.1 de dificultad, Iván se echó a la bolsa 98.40 puntos en su clavado más difícil, lo que claramente nos indica que el nivel del pollo es equiparable con los más grandes de esta disciplina. Iván es junto con Germán, el futuro inmediato de los clavados mexicanos, tienen el talento para pelear de tú a tú con los más grandes. Felicidades Iván. 

Entrando de lleno con la actividad en el penúltimo día de actividad en Londres, el equipo femenil español de handball consiguió el bronce venciendo a Corea Del Sur. Londres, como Corea en la final, se rindió a un grupo que más allá del resultado ha dejado para la historia la entrega, sufrimiento y pasión por su deporte. 

En el atletismo tuvimos otro espectáculo, el relevo varonil 4x100, el equipo jamaicano conformado por Usain Bolt, Yohan Blake, Nesta Carter y Michael Frater, se adueñaron del oro y pulverizaron el récord del mundo para dejar claro que con (36.84) son los dueños de la velocidad sobre el tartán. La plata fue para Estados Unidos y el bronce para Trinidad y Tobago luego de la descalificación de Canadá. 

En el voleibol femenil, Brasil conquistó su segundo Oro olímpico consecutivo en el voleibol femenino de los Juegos Olímpicos, tras derrotar en cuatro sets a Estados Unidos, las mismas rivales que vencieron en Beijing 2008. El partido se resolvió por marcadores de 11-25, 25-17, 25-20, 25-17, con Jaque como máxima anotadora con 18 puntos. En Estados Unidos, Destinee Hooker y Logan Tom fueron las mejores, con 14 puntos cada una. 

Estados Unidos tuvo su revancha en el baloncesto femenil ya que consiguieron su quinto oro olímpico consecutivo en Juegos Olímpicos, al aplastar 86-50 a Francia en la final del certamen.

La victoria del conjunto estadounidense extendió a 41 partidos su racha triunfal en Juegos que comenzó con su medalla de bronce en Barcelona 1992.

Mañana se acaban estos Juegos Olímpicos y terminarán con el baloncesto, Estados Unidos enfrentará a España.